domingo, 19 de febrero de 2017

UN PORRON DE CERVEZA: LA SALUD Y SU MERCADO EN ZONAS REFRACTARIAS





La cerveza no es una bebida alcohólica más. Es una bebida que tiene propiedades medicinales, es decir, su consumo hace a la salud. Sin embargo, mientras que el islam prohíbe la ingesta de bebidas alcohólicas, tras la expulsión del Estado Islámico de la ciudad iraquí de Bashiqa a mediados de febrero de 2017, la cerveza ha vuelto a sus mercados.
El islamismo radical prohíbe el consumo de alcohol y de tabaco, pero estas medidas no son meramente morales sino que bajo el Estado Islámico el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco se convierte en un delito.

CERVEZA, VINO Y SALUD
Nutricionalmente, no es lo mismo tomar vino o cerveza que otras bebidas alcohólicas como, por ejemplo, es el caso del ron o de los licores, que contienen generalmente un alto porcentaje de alcohol, el cual resulta nocivo para el cuerpo cuando es tomado en exceso, además de contener solo calorías vacías que no aportan ningún nutriente esencial a nuestro organismo.
Por tal motivo, tanto la cerveza como el vino, por sus propiedades, podrían ser incluidos como medicamentos en los mercados refractarios como el islámico. Por ejemplo, en el caso del vino, éste aporta beneficios al corazón en tanto sea bebido con moderación (como máximo una copa de vino al día mientras no sea contraindicado), que además incluye polifenoles (antioxidantes que previenen enfermedades cardiovasculares y aparición del cáncer), y también mejora la artritis y reduce la hipertensión, siendo útil para combatir el alto colesterol, mejorando la circulación sanguínea en el cerebro y aumentando a la vez niveles de estrógeno. Estas propiedades resultan de ser observado el vino no como una bebida sino como un medicamento, que incluso podría ser recetado por los profesionales. Algo similar sucede con la cerveza.


La ingesta de cerveza es nutritiva, consumida con moderación y sin abusos, siendo recomendable un vaso diario de cerveza, al igual que el vino. La cerveza se elabora con ingredientes naturales: el lúpulo, cebada, levadura de cerveza y malta. Por ello, es una bebida cardiosaludable, que colabora a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, a disminuir triglicéridos y el colesterol LDL. También reduce la coagulación de la sangre, mejora la densidad ósea y aporta ácido fólico (apto para mujeres embarazadas), el cual reduce los niveles de homocisteína en sangre (siendo éste un aminoácido utilizado como marcador vascular para predecir el riesgo de accidentes cardiovasculares). Además, existen variedades de cerveza sin alcohol, junto a las denominadas “Cerveza 0º”. Los médicos y nutricionistas recomiendan no tomar más de una cerveza con alcohol al día, debido a las consecuencias que puede producir su exceso.

DE HARAM A BEBIDA VENDIDA
A unos 20 kilómetros de Mosul, esta ciudad del norte de Irak ha vivido un éxodo masivo desde que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) la conquistó en agosto de 2014. "Sólo han vuelto unas cuarenta familias. Todavía no hay agua corriente ni electricidad, y ningún colegio ha reabierto", afirma Wisam, vestido con un pantalón tradicional kurdo. En Bashiqa, cerca de Mosul, Irak, entre inscripciones que exaltan al "califato", Wisam Ghanem vende cerveza, vodka y whisky en la tienda que reabrió cuando los yihadistas fueron expulsados.
Bashiqa, una ciudad conocida por su gran diversidad étnica y religiosa, por sus aceitunas y por su arak (un licor de alta graduación alcohólica que es producido en todo Medio Oriente, a pesar de la cultura islámica imperante). El EI, que los considera herejes, fue muy cruel con ellos, ejecutando a los hombres y convirtiendo a las mujeres en esclavas sexuales.
Wisam y su familia vivieron durante año y medio como desplazados y volvieron cuando los combatientes kurdos reconquistaron la ciudad en noviembre. Volvió a abrir su tienda de licores, a la que el EI le rompió los cristales. El grupo prohíbe absolutamente el consumo de alcohol y de tabaco en su "califato", es decir en las zonas bajo su control en Irak y en la vecina Siria.
Su primo Jalal Jalil sostuvo que: "Daesh prendió fuego a mi tienda, saqueó mi casa, borró todos los logotipos de licores del escaparate de los comercios, invocando los valores del islam". Dáesh es un acrónimo en árabe del EI. "Pero cuando volvimos, encontramos en las casas latas de cerveza, botellas de alcohol abiertas recientemente, cajetillas de cigarrillos... ¡Los yihadistas bebían y fumaban!", cuenta Wisam.

ATRACCIÓN DE LO PROHIBIDO
Efectivamente, y a pesar de las prohibiciones y restricciones que los mismos islámicos imponen, existe una suerte de atracción por lo “prohibido” y esa misma prohibición los impulsa a probarlo. Y esto sucede con islámicos no muy convencidos de sus creencias, así como por los fundamentalistas extremistas que buscan imponer por la fuerza la “sharía” (ley islámica con sus prohibiciones y conversiones forzadas)
Basam Abdel Mahmud tiene una tienda cercana a la  antedicha, y vende productos de primera necesidad, "pero el alcohol representa más del 50% de las ventas", declara. Pese a las temperaturas glaciales y a la clientela escasa, los dos comercios abren hasta las 8 de la noche, todos los días. Los habitantes intentan adaptarse a su nueva vida en esta ciudad fantasmal.
"Vimos decenas de cadáveres de yihadistas en las calles. Dáesh colocó bombas en nuestras casas, destruyó nuestros lugares de culto. Las paredes estaban llenas de grafitis a la gloria del EI", cuenta con amargura Jalal Jalil. "Somos de Bashiqa pero todavía vivimos en el pueblo vecino en el que nos refugiamos hace año y medio", afirma Murad Jairy, un estudiante de arquitectura. "Venimos con un grupo de amigos todos los viernes para ocuparnos de nuestra ciudad", dice, con una sonrisa, mientras borra con pintura blanca los lemas del EI. En horas del mediodía, van llegando los primeros clientes a la tienda de Wisam. Nazar Amer se ha instalado con sus padres en Bashiqa hace una semana, y compra seis latas de cerveza para compartirlas con sus primos y amigos…

PAISES QUE CONSUMEN MÁS CERVEZA
El marketing marca siempre dos mercados muy difíciles: donde más se consume a raíz de la competencia con productos ya instalados, y donde no se consume o se consume menos, debido a las dificultades de insertar el producto en tal mercado. Un ejemplo de instalación del producto, lo fue Cruz Malta con la yerbamate, que exportaba a países islámicos, pero al no tener en cuenta que el islamismo rechaza la Cruz, dado que les rememora a Jesucristo, luego fue superada en las exportaciones por Taragüí.
¿Cuáles son los países que más consumen cerveza? Todos son de Europa Central y del Este. En la República Checa, se consumen 143 litros anuales por habitante. En la región de Bohemia se encuentra la ciudad de Pilsen, conocida por su marca Pilsner Urquell (Plzeňský Prazdroj), la cual diera el nombre al tipo de cerveza pilsener, mundialmente difundida.
El segundo país con mayor consumo de cerveza es Alemania, donde se consumen 110 litros anuales por persona, donde en Munich se celebra la popular Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más grande del mundo, que dura entre 16 y 18 días, recibiendo más de 6 millones de visitantes. El tercer puesto corresponde a Austria, donde se consumen 108 litros por año y por persona, y donde se encuentra el museo de la cerveza Stiegl, en Salzburgo, con 350 clases de cerveza que existen en el país desde 1918.
Estonia es el cuarto país en consumo, con 104 litros por persona anuales, con tradición en la cerveza de malta ligera hasta de centeno. El quinto puesto corresponde a Polonia, con 100 litros por persona al año; el sexto es Irlanda con 93 litros anuales por persona, quienes consumen principalmente la cerveza oscura, tostando la cebada por más tiempo. El séptimo país es Rumania con 90 litros, octavo Lituania con 89, Croacia con 82 y finalmente el décimo puesto corresponde a Bélgica, con 81 litros por persona al año.

EL NICHO ISLÁMICO
Para el consumo de la Cerveza Halal en la cultura de la religiosidad islámica, se utiliza la siguiente cita del Corán: “Te preguntarán qué les está permitido. Di: Os están permitidas todas las cosas buenas de la vida” (Corán, 5:4); “Y os damos alimento del fruto de las palmeras y de las vides: de él obtenéis embriagantes y también sustento saludable --¡ciertamente, en esto hay en verdad un mensaje para gente que hace uso de la razón!” (Corán, 16:67). Estas frases, que resultan algo abstractas y relativas para muchos, resultan ser una clave para la venta y el consumo.
En sí, la cerveza es en su mayoría agua, con un escaso contenido en hidratos de carbono y cantidades mínimas de grasas y proteínas. Sin embargo es importante el aporte de minerales como el potasio o el cromo, incluyendo una pequeña cantidad de sodio.
La palabra Halal indica lo que es permitido en el Islam y conforma un estilo de vida integral que hace referencia al conjunto de prácticas y conductas que son lícitas según el Corán, la Sunna del Profeta Muhammad (SWS) y las distintas escuelas de jurisprudencia islámica que conforman la Sharia. Según el Reglamento del Instituto Halal el alcohol es Haram (pecado, prohibido), al igual que la carne de cerdo, el interés bancario o la prostitución. Conforme esto, el inconveniente de la mayoría de las cervezas es su contenido en alcohol, lo cual hace que su consumo no sea permitido.
Las empresas productoras de cerveza han desarrollado las Cervezas Sin Alcohol y en estos últimos años la Cerveza Sin Alcohol 0,0%. Hoy día cerca del 15% de la producción y venta de cerveza es Sin Alcohol, un dato más que demuestra que se ha roto el vínculo negativo existente entre alcohol y cerveza.

CERVEZA PERMITIDA
Para que la cerveza sea Halal, en ningún momento de su proceso de fabricación debe generar alcohol, evitando así la “contaminación” de la cerveza, tanto en cualquier etapa del proceso como en el envasado final, es decir, se trata una Cerveza que en cualquier caso nunca supere el mínimo del 0,01% de alcohol proveniente de la fermentación natural de cualquier alimento, que tal y como dice el estricto Consejo Islámico de Fatwa, es lo aceptable según la Sharia o Ley Islámica. Esto significa que, de hecho, los islámicos aceptan aunque sea en un mínimo porcentaje, la existencia de alcohol en las bebidas, pero no sólo eso, aunque hubiera alcohol en alguna etapa, si al final del proceso el producto lleva 0,0% y no embriaga, es aceptable, tal y como se recoge en las recomendaciones del IX Seminario Médico de Fiqh, impulsado por la Organización de la Conferencia Islámica de Ciencias Médicas, o como recoge Ibn Taymmiah en su fatwa (21/502): “Si una pequeña cantidad de una sustancia prohibida X se mezcla con una sustancia admisible dominante Y, cuando la sustancia X pierde todos sus atributos como el sabor, color y olor, la sustancia X por haber sido disuelta en la sustancia Y pierde las cualidades de ser impura y prohibida”.
Otros ejemplos de fermentación los tenemos en el Vino con alcohol (que es Haram), que tras una fermentación acética da lugar al vinagre (que es Halal), en el yogurt o el kéfir, que se obtiene de la fermentación bacteriana de la leche. Pero resulta claro, además, que lo dicho en cuanto a la producción de cerveza sin alcohol, vale también para el vino.
Avanzar en la Certificación Halal de la cerveza es ofrecer una solución clara y definitiva a los consumidores, que ya no tendrán problemas cuando vayan a comprar puesto que podrán entender fácilmente que una Cerveza Sin Alcohol 0,0% Halal es aquella que no contiene nada de alcohol, y podrán identificarla y elegirla con facilidad entre la extensa oferta, simplemente con reconocer la Etiqueta o Marca Halal en el producto, que siempre será obligatorio que lo porte en el envase, sea en botella o en lata.

ACEPTACIÓN Y RECHAZOS
Hay quienes rechazan la condición de la Cerveza Sin Alcohol 0,0% Halal, atribuyendo su uso a una práctica cultural determinada propia de las sociedades occidentales. Es evidente pues que con la Certificación Halal de la Cerveza Sin Alcohol 0,0% no se busca imitar las formas y conductas de un grupo social ni tampoco se trata de islamizar la ingesta de cerveza, sino abrir más la puerta a la integración de un modelo cultural y religioso que es de una amplia pluralidad, en un contexto global y permanentemente conectado.
Hubo antecedentes de exportación a países islámicos de saborizantes en polvo con gusto a Ron, Whisky, Licor, con relativo éxito. Esto no resulta un dato menor a la hora de pensar nuevos mercados y su apertura. Y no olvidemos que la cerveza involucra elementos adicionales: así como la yerbamate involucra la venta de la pava, la bombilla y el mate, del mismo modo la cerveza involucra la venta del porrón y otros elementos adicionales que hacen al mismo nicho de mercado.
Cabe destacar, que puede existir jugo de uva en polvo, el cual por carecer de alcohol resultaría apto para su exportación a países islámicos. Podría también desarrollarse a la vez algo similar con la cerveza (cerveza en polvo). Claro que siempre correrán el riesgo de que alguien lo mezcle, en un adecuado porcentaje, con el alcohol proveniente de bebidas como el Arak…

FUENTES:



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